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¡Bienvenidos al circo nacional, compañeros! En esta super-mega-chuli democracia lo que importan son los votos de la plebe, lo demás da igual. Para que dar el pésame si no hay cámaras las cuales graben la actuación y esta sea utilizada como propaganda en la televi-sión.
El arma más potente de nuestro gobierno socialista es ese, ir con la mascara de bondadosos y tener en la cúspide de la pirámide a ZP, que con su cara de bonachón y sus discursos que no dicen nada, se ganan a la sociedad. ¿Y por qué se los ganan tan fácilmente? Yo os lo diré. A la sociedad (o tal cual están las cosas, muchedumbre) le encanta la gente hipócrita y falsa. La gente prefiere conocer a alguien que le haga buena cara pero que a la espalda te critique antes que conocer a alguien que dice las cosas a la cara en vez de a las espaldas. También prefieren tener a un blandengue que va de bonachón en el gobierno antes que tener a alguien con los cojones bien puestos que haga política de verdad. Sigamos así, que así nos va...
Que rápido se ha olvidado esto:
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