domingo, 21 de diciembre de 2008

Cuando yo estaba en Flossenburg...

Hace unos años surgió una noticia que hemos visto adecuado refrescar en este blog. Cuenta la historia de como un señor (¡y los que habrán por desenmascarar!) se apuntó a un negocio muy rentable y ha sacado jugosos beneficios durante unas largas décadas. Pero la mentira siempre cae por su propio peso. Veamos:

Anécdota de Marco, antes de que toda la farsa se descubriera: "Cuando llegábamos a los campos de concentración en esos trenes infectos, para ganado, nos desnudaban, nos mordían sus perros, nos deslumbraban sus focos. Nosotros éramos personas normales, como ustedes. Nos gritaban en alemán 'Linke-recht (izquierda, derecha)'. No entendíamos nada, y no entender una orden te podía costar la vida"

Enric Marco, de 84 años, ha pasado los últimos 30 años contando un dramático pasado como víctima del nazismo en el campo de concentración de Flossenburg. Tres décadas después ha confesado, para consternación de los deportados españoles, que inventó este relato en 1978 porque "así la gente le escuchaba más y su trabajo divulgativo era más eficaz". La asociación que presidía, Amical de Mauthausen, le forzó esta semana a presentar su dimisión.

La primera alarma entre los miembros de la asociación saltó el pasado 1 de mayo. El historiador Benito Bermejo advirtió de que el nombre de su presidente no aparecía en los archivos de Flossenburg, lo que confirmaba sus sospechas de que la biografía de Marco no era real. Lo creía así desde la primera vez que le escuchó recordar su pasado en el campo de concentración. "Normalmente los deportados tienen un pudor bastante grande de recrearse en los aspectos más dolorosos", señala el historiador.


'Relataba cosas extrañas que no se correspondían con la Historia'

Bermejo ha confesado a elmundo.es en una conversación telefónica desde Austria, que conocía a Enric Marco desde hace unos tres años y "desde el principio tenía sospechas" de la autenticidad de lo que contaba Enric Marco.

"Hace poco me comunicaron del archivo del campo de concentración de Flossenburg, donde él dice que había estado, que no aparecía en ningún registro, pero esto no era concluyente porque podía haber ocurrido que no quedase rastro".

El historiador siguió investigando porque la circunstancia anterior unida a que Marco "relataba cosas extrañas que no se correspondían con los hechos históricos generales, como por ejemplo, que había sido detenido y entregado en Marsella a la Gestapo en el 41, y ese año Marsella era zona no ocupada de Francia, y normalmente los republicanos españoles no eran entregados a los alemanes, eso ocurrió mas tarde, me hizo pensar que más bien se trataba de la trayectoria de una persona que había ido voluntaria a trabajar a Alemania".

Una sospecha que Bermejo ha podido comprobar y contrastar hace unas semanas en los archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid.

Cuando llegaron las primeras pruebas sólidas sobre el engaño, la agrupación de deportados españoles le hizo regresar de Austria, donde se encontraba para participar el pasado fin de semana en un homenaje internacional a los deportados en Mauthausen.

Ya en España, llegó la confesión del propio presidente de que nunca estuvo en un campo de concentración nazi, que fue recibida por Amical con una gran consternación y dolor.

El investigador, que lleva años estudiando la vida de los republicanos españoles en los campos nazis, quiere dejar claro que él no estaba dedicado a trabajar sobre la biografía de Marco en concreto. "Conocí a este hombre y a muchas personas supervivientes del campo de Mauthausen, y en ocasiones ellos me comentaban que les parecía raro y se extrañaban porque él siempre evitaba entrar en materia con ellos".

"No les parecía normal -continúa- que alguien que ha vivido la misma experiencia aunque en campos separados, no quisiera hablar con ellos de estas cosas, cuando él, por otro lado, tenía una presencia publica importante, ya que daba como mil charlas al año o más".

Bermejo explica que Enric Marco haya podido llegar a ser presidente de las víctimas españolas en Mauthausen porque "casi no quedan supervivientes" (Claro, claro, hace 30 años no habian supervivientes... Yo creo que el requisito necesario para obtener un cargo es contar la historia más lacrimógena y conmovedora posible, y si en la historia hay super nazis malvados que se comen a la gente, mejor) . Se me escapa pero las razones se pueden encontrar en las características de esta persona, que hay que decir que es alguien con don de gentes, amable y simpático.Yo no he tenido ningún problema con él.

"Corría prisa desvelar lo que sucedía para evitar que Marco tomara parte en los actos de homenaje a los republicanos españoles recluidos en Mauthausen", en los que estaba previsto que Marco tomara la palabra.

Bermejo aclara que le hubiera gustado que este asunto" se hubiera desmontado más discretamente" (¿Más discretamente o que no se hubiera desvelado?)


Tres décadas de mentira

La biografía de Enric Marco señalaba que trabajó en Barcelona de mecánico hasta la derrota republicana, momento en que se habría pasado a Francia para integrarse en la Resistencia. Es entonces cuando habría sido detenido por la policía nazi en colaboración con la gendarmería francesa colaboracionista y deportado a los campos de exterminio de los que habría sido liberado en 1945. Desde ese instante, habría seguido su lucha clandestina en el escenario del sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

Pero su vivencia real es otra. Marco ha aclarado que partió hacia Alemania a finales de 1941 con una expedición de "trabajadores españoles" y que en 1942 fue detenido por las autoridades nazis, que le sometieron a "crueles interrogatorios". Tras pasar un breve periodo en un penal alemán, volvió a España en 1943, mucho antes de la liberación de los campos nazis en 1945.


'No mentí por maldad'

En declaraciones a Efe-Televisión, Marco ha explicado que "la mentira surgió en 1978" y la mantuvo porque "parecía que me prestaban más atención y podía difundir mejor el sufrimiento de las muchas personas que pasaron por los campos de concentración" (Y la cuenta bancaria también recibía más atención...).

"No mentí por maldad" (Por lo visto, si una mentira es de buena fe, no es una mentira... Pero como se puede ser tan sumamente cínico de vendernos la mentira y luego intentar justificarla cuando se ha engañado a tantas y tantas personas...) , ha dicho Marco, que ha asegurado que desde que supo que el historiador Benito Bermejo estaba cuestionando su trayectoria como deportado, está pasando "los peores momentos" de su vida (Normal que sean los peores momentos, se acaba la fuente de ingresos, normal pasarlo mal...).

El ex-presidente de Amical ha añadido que sabía que "tarde o temprano" se descubriría la mentira, pero que esperaba "ganar tiempo para retirarse".

Enric Marco, que recibió en 2001 la Cruz de Sant Jordi, cree que este galardón "premiaba la lucha social y política de toda una vida", y no sólo su trabajo al frente de la Amical Mauthausen.
Por su parte, en declaraciones a TV3, ha dicho que "es un engaño a medias. No hay picardía. Yo mismo hice el comunicado -que desmentía su estancia en un campo de concentración y que ayer facilitó a varios medios de comunicación- porque quería acabar con todo esto" (Que sí, que sí, que no había picardía, pero devuelve el dinero que has ganado con el cuento y devuelve ese premio).

(Fuente: El Mundo.es)

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Bueno, esto es un claro ejemplo de lo rentable que puede llegar a ser esta industria. No hace falta más palabras por nuestra parte, quién tenga dos dedos de frente se habrá dado cuenta de lo que hay detrás de todo esto.

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